lunes, 9 de julio de 2012

“Ante la situación adversa que estamos viviendo, la familia se une mucho más”

Cristina Cuñarro Mosteiro - Asesora jurídica del departamento de Servizos Sociais del Concello de Lalín, no puede ocultar que le apasiona su trabajo por lo que tiene de trato humano con los vecinos que solicitan información o asesoramiento.

Habla maravillas del carácter solidario de los lalinenses a la hora de compartir o ceder sus derechos como receptores de las ayudas sociales, y considera su labor “muy gratificante, aunque a veces nos llevamos alguna desilusión porque no podemos llegar a todo el mundo”. Su trabajo tiene dos vertientes, de consulta externa con los usuarios y, también, de asesoría interna con la delegada, trabajadores sociales y a la educadora social del departamento.

¿Cómo están afectando en Lalín los recortes en ayudas al hogar efectuados por la Xunta?
A ver, en ayuda al hogar tenemos dos modalidades de prestaciones. Te puedo decir que en el Servizo de Axuda no Fogar (SAF) para personas en situación de dependencia, nosotros no hemos sufrido ningún recorte y se le está prestando atención no sólo a los usuarios que teníamos el año pasado si no que estamos teniendo muchas altas y contamos con unas 50 personas.

¿Todavía hay gente que es reticente a la hora de solicitar este tipo de ayudas?

Depende. Sí observamos esa reticencia en gente más joven o en gente que siempre ha tenido un trabajo y una formación, y ahora se encuentran en una situación en la que dejaron de tener prestación por desempleo, que tienen que pagar un alquiler, o que a lo mejor están pagando una hipoteca o que tienen retraso en el pago de la misma. Estas personas sí son más reticentes porque nunca lo han necesitado con anterioridad. Nosotros siempre procuramos tratarlos con el mayor cuidado y mimo posibles haciéndoles ver que no es la única persona que, desgraciadamente, está en esa situación, y que existen recursos sociales que están para eso, para ser utilizados. En la gente mayor no pasa tanto porque, a lo mejor, está sufriendo menos la actual situación de crisis..

El ser humano cada vez es más longevo, y en esta comarca abundan ejemplos de ello. ¿Ha cambiado el concepto tradicional de tercera edad?

Yo creo que el concepto de tercera edad se está retrasando porque hablamos de gente a partir de los 65 años. Nosotros tenemos programas específicos, lo que se denomina “envejecimiento activo”, para retrasar lo máximo posible el envejecimiento natural de la propia persona como para retardar, también, la aparición de dependencia y para favorecer su autonomía y continúen siendo válidos para la sociedad porque nuestros mayores son muy participativos en todas las ofertas que les proponemos.
Es evidente que el rol de los abuelos ha mudado con la llegada de la crisis, ¿no?
Siempre reivindicamos el papel de los abuelos en la sociedad actual. Hoy juegan un papel importante de apoyo a los hijos y de cuidado integral de los nietos incluso de lunes a domingo. Son personas que, afortunadamente, se encuentra bien y están bien de salud. Hay casos de personas que estaban trabajando y que sus mayores estaban recibiendo un servicio de ayuda en el hogar, y que pues a día de hoy no lo necesitan porque tienen en su casa a sus hijos, a su nuera o yerno o a a sus nietos. Yo creo que esta situación une más a la familia y se fomenta más las relaciones intergeneracionales. Ante la situación adversa que estamos viviendo, pienso que la familia se une mucho más por las propias circunstancias de la crisis.

Se la ve muy contenta con el trabajo que desempeña en el Ayuntamiento de Lalín.
Las verdad es que sí me gusta. Nunca antes había trabajado antes en servicios sociales. Lo que más me gusta es que aprendes cada día y, también, porque cada persona es diferente. Se tiene el concepto erróneo de que los administrados son sólo números para nosotros y es todo lo contrario, sobre todo, en un departamento como el nuestro.

¿Es más difícil acceder a este tipo de ayudas si eres joven y, por ejemplo, estás impedido?
En absoluto, los servicios sociales trabajamos en varios ámbitos. Que sea más conocida nuestra labor en el área de mayores no impide que, también, trabajemos en otras áreas. Un área prioritaria siempre es la de las personas con discapacidad.

¿Y en este caso influye la edad que tenga el posible usuario o solicitante?
No tiene nada que ver, porque tú puedes tener 18 años y tener una persona dependiente o tener una discapacidad. De todas formas, es distinto el trámite que se sigue por dependencia al trámite por discapacidad. Por dependencia sí hay un baremo específico para menores de tres años y, después, está el de los adultos. El trámite sería igual que para una persona mayor, solamente que el recurso que más se adapta a esa persona joven, a lo mejor no es un ingreso en centro residencial porque depende de la dependencia que tenga, del tipo de patología que presente y, también, de los apoyos con los que cuente.

¿Qué pasa entonces en el caso de los dependientes psíquicos?
Si hablamos de una persona que tenga ese tipo de dependencia o de un grado de discapacidad de un 90 por ciento, a lo mejor se ajusta más un centro pero siempre un centro específico para este tipo de patologías. A lo mejor, es más idóneo otro tipo de recurso como un centro de día porque tienen fisioterapia a su disposición o porque pueden favorecer las habilidades motrices. Eso siempre dependerá de cada caso particular del solicitante. 
 
Fuente: http://www.thefamilywatch.org/cos/cos-1074-es.php

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